“La gente cree que solo necesita dormir unas cuantas horas para recobrar energías, pero se equivocan porque a largo plazo el organismo le cobra factura”, comentó.
Cela reconoció que las personas, sin darse cuenta, no alcanzan un descanso profundo porque no duermen en condiciones adecuadas.
Una de las molestias más recurrentes son dolores de espalda, de cabeza, tensiones en el cuello.
“Cuando esas molestias se acumulan se pueden presentar otros desórdenes como dormirse durante el día debido al cansancio, desmotivación laboral e incluso depresión”, dijo el especialista.
Jaime Marcillo, coordinador del Centro de Terapia Alternativa, explicó que no es suficiente con dormir durante horas ni elegir una cama mullida para descansar mejor.
Indicó que se debe elegir un colchón, una almohada y una cubrecama capaces de reconfortar para ayudar a conciliar el sueño.
Marcillo indicó cuáles son las características para elegir una buena plataforma para dormir. “Un buen descanso depende, en gran parte, del colchón que elijamos. Debemos tener en cuenta que pasamos la tercera parte del día en nuestra cama”.
Si va a cambiar de colchón puede hacerlo en promedio de siete años, ya que luego de ese plazo pierde la firmeza y flexibilidad. A decir de Marcillo, si eso ocurre el colchón ya no dará el mismo soporte a la columna.
Marcillo y Cela señalaron que en el mercado existen varios tipos de bases. Las personas pueden elegir de acuerdo a sus necesidades. Uno de estos son las plataformas de látex. El látex puede ser natural, sintético o una mezcla de ambos. Se caracteriza por ser higiénico, además es adaptable e indeformable. Tiene una vida más larga, hasta 10 años en buenas condiciones, y es suave al tacto. Sin embargo, no se recomienda en climas muy húmedos.
La dermatóloga María Peña señaló que existen colchones especiales para las personas alérgicas. “Algunas bases están fabricadas para erradicar los ácaros o de secado rápido, que impiden la fijación del polvo”.
Peña contó que la Sociedad Norteamericana de Dermatología ha señalado la importancia de tener una plataforma para dormir antiácaros. “Luego de cinco años de uso de un colchón común se pueden acumular más de 10 mil millones de ácaros, capaces de causar enfermedades como sarpullido”. Las bases de espuma son otra alternativa y se distinguen por el modo de fabricación.
Los más conocidos son los de poliuretano y los hay de diferentes calidades. Como ventajas, destaca el hecho de que se pueden cortar a medida para adaptarlos a cunas, sofás, etc. Aunque no regulan bien la temperatura y pierden firmeza con el uso.
Peña advirtió que los colchones inflables no son camas de verdad para emplearlas a diario y se deben usar con moderación y en situaciones excepcionales.